martes, 27 de abril de 2010

De prácticas en Germania, parte IV

Algo rutinario:

Después de casi un mes de trabajo, trabajo y más trabajo debo decir que me ha invadido la rutina, y que los días se me hacen mucho más cortos. De momento mi trabajo ha sido como administrador de sistemas, instalando ordenadores, impresoras, faxes, etc... además de cablear redes y de configurar routers.

De cacería:

Hubo una anecdota peculiar uno de mis días laborales. Llegué como es costumbre sobre las 8:00 de la mañana, con mi buen café en la mano y preparado para lo que me quisiera deparar el día. Una hora y media más tarde, sobre las 9:30, nos montamos en el coche mi compañero de prácticas, otros dos colegas de trabajo y yo rumbo a un instituto en el que se les habían colado un virus y no podían eliminarlo. Así pues, los cuatro nos fuimos de cacería.

Al llegar al inmenso instituto nos repartimos las plantas, nos armamos cada uno con un par de dvd´s con antivirus instalado y emprendimos la busqueda del malicioso programa. Después de comprobar uno por uno los 20 ordenadores de los profesores, ninguno registraba ninguna anomalía. 3 antivirus más el que ya había instalado en las máquinas y ninguno reflejaba nada extraño. Pero el virus seguía ahí, así que nos fuimos a la granja de servidores, donde están todas las conexiones de todas las máquinas y, por medio de un firewall que llevabamos, supimos qué máquina estaba infectada, pues no paraba de lanzar envios másivos de spam a toda la red del instituto, impidiendo que se haga cualquier gestión docente. De nuevo, comprobamos todas las máquinas para averiguar la dirección IP de cada una de ellas hasta dar con la que tenía la infección.

Todo parecía haber terminado, pero....

Cuando por fin dimos con la máquina que era nos alegramos, pues parecía haber llegado la cacería al final, pero de nuevo nos encontramos con sorpresas. Le volvimos a pasar los cuatro antivirus pero ninguno reconocía el virus. Así que nos pusimos a pensar, hasta que buscamos el proceso que hacía que el dichoso malware se ejecutaba. asociamos el programa que lanzaba dicho proceso y Eureka!!!

Más tarde vimos qué tipo de virus era (un troyano, como no) y cuántos antivirus eran capaces de detectarlo y eliminarlo, y para nuestra sorpresa vimos que sólo dos de ellos eran capaces de erradicar dicho programa: Avast y Microsoft Security, por lo que nuestras armas eran incapaces de destruir dicho programa.

Ni McAfee

Ni Karspersky

Ni BitDefender

Ni Antivir

...to be continued...

lunes, 19 de abril de 2010

De prácticas en Germania, parte II

El interior de la catedral era espeluznante. En la forma típica de estos monumentos (la cruz) se hallaban multitud de vidrieras de diferentes colores, un precioso altar donde celebraban misas y ceremonias y un gran organo antiguo que ensalzaba la majestuosidad del lugar. 250 escalones para subir a las bellas torres de la catedral y contemplar toda la ciudad de colonia.

Comienzo del curro:

El día 6 de Abril (Martes) comenzamos el curro en el nuevo ayuntamiento de la ciudad, en el departamento de procesamiento de datos: un bello edificio acristalado en pleno centro de la ciudad. Durante esta primera semana sólo tuvimos charlas y charlas (por supuesto en Inglés) de las diferentes secciones del departamento, asi como de toda la página web de la organización: un proyecto en el que continuamente estaban trabajando para mejorarlo. Lo que destaco de esta primera semana fue la visita al MDF y a la granja de servidores: dos enormes habitaciones llenas de servidores, routers, switches... y todo por fibra óptica!!!

Y, de nuevo, más charlas acerca de los lenguajes de programación en los que trabajaban para mantener la página web.

A partir del lunes siguiente empecé ya en una sección fija: la sección del servicio técnico del departamento, en donde la labor era de instalación y mantenimiento de sistemas informáticos, instalación y gestión de LANs y WANs, asi como desarrollo de programas y aplicaciones en VBScript.

...to be continued...

viernes, 16 de abril de 2010

De prácticas en Germania, parte I

1 de Abril. Todo lo tenía claro cuando me levanté esa mañana y me dí cuenta de que, 10 horas después, iba a embarcar en un avión para poner rumbo a la preciosa ciudad germana de Colonia.

A las 22:40 el Boeing 737 del vuelo AB 3839 aterrizaba en Colonia con un único objetivo: brindar a su pasajero, del asiento 16, 3 meses de exitos y de amistades que, días después, se íban a producir.

Hasta el día 6 de Abril tuve el placer de visitar esta maravillosa ciudad, dividida por aguas cristalinas del famoso rio Rhin. Desde mi lugar de residencia hasta el centro neurálgico de la ciudad mediaban unos 30 minutos a pie, pero, al llegar, contemplé asombrado las mágnificas estructuras construídas en la ciudad.

El edificio, en donde el mismo día 6 comenzaba a trabajar, se encontraba detrás de un enorme estadio de Hockey sobre hielo (LanXess Arena) y, justo enfrente de dicho estadio, en la otra orilla del río, se emplazaba el edificio más característico de la ciudad: la famosa catedral. Dicha catedral tenía más de 600 años y estaba asentada en una gran plaza en el casco antiguo de la ciudad, con la gran estación de tren a un lado y el antiguo ayuntamiento al otro. Debido a la humedad de tantos años, la catedral estaba un poco ennegrecida, pero eso no eclipsaba su belleza. En uno de los sotanos de la catedral había un taller de escultura en donde, a falta de ideas para esculpirle gárgolas al monumento, la gente posaba para inmortalizarse y colocar su figura en lo más alto de la catedral. Había muy diferentes esculturas: hombres, niños, animales, hasta desnudos de mujeres.

En dicho casco antiguo se encontraba las zonas más concurridas de la ciudad, en donde había infinidad de restaurantes cuya especialidad era la.....cerveza. Y, como no, en dicho lugar era donde estaba la vida nocturna de la ciudad. Multitud de pubs, pero, a diferencia de España, aqui la gente monta sus fiestas en casas particulares, por lo que en la calle no hay mucho alboroto de gente...

...to be continued...