El tronco erguido,
la raiz escondida,
el viento del estio,
y una rama partida.
Una rama que se mece
y no se sabe en que dirección
,norte, sur, este, oeste,
bajo la boveda celeste
y el canto del verderón.
Por el viento susurrante,
la rama su peso venció,
y cae bajo el cielo eclipsante,
pero no se sabe en que dirección.
Y así, como esa rama,
sufre por tí mi corazón,
porque se parte bajo el sol de la mañana,
con el sonido del gallo y el canto de la rana,
el viento susurrante y el trino del verderón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario