jueves, 1 de noviembre de 2007

Abducido en Cheste...

Y es que ese día 27 de Octubre de 2007 me abducieron los extraterrestres porque estos héroes son de otro planeta. Y allí estaba yo, a las 12 de la mañana en el parking del circuito Ricardo Tormo de Cheste donde, 9 horas despues, HÉROES DEL SILENCIO daban su último concierto de su última gira. Y en esto que nos pusimos a la cola mi hermano y yo, una cola de la que no se veía el principio, como cegados para rendir culto, unas decenas de metros más adelante, al magnífico escenario que los héroes tenían instalado para el gran concierto. Una hora después, a la 1 de la tarde, abrieron las primeras puertas para acceder a todo el merchandising que habían colocado a las puertas del recinto dónde estaba instalado el espectacular escenario. Un bocadillo, una cerveza y vuelta otra vez a hacer una cola que parecía no terminar nunca. Y, 3 horas mas tarde, sobre las 4 y media, abrieron por fin las puertas del recinto del concierto y, cual estampida, todos corrimos para coger el mejor sitio posible. Y de nuevo esperar otras 4 horas hasta que el gran parking apagó sus luces y las voces de 80.000 gargantas empezaron a entonar los primeros acordes del estanque. Y, cual si fuera una nave espacial, con un espectacular juego de luces, aparecieron 5 personas que parecían no ser de este mundo. Al fondo en la bateria, haciendonos vibrar con esos tambores traídos desde el mismísimo infierno, se encuentra mister PEDRO ANDREU; haciendo una música mas intimidatoria, con unos graves que hacía una música más respetable, el último txerokee, JOAQUIN CARDIEL; hipnotizados por una música parecida a cantos de sirena y blandiendo esas magníficas guitarras, GONZALO VALDIVIA y el maestro JUAN VALDIVIA, y en la voz, templando esa voz gutural procedente del mismo hades, el genial ENRIQUE BUNBURY. Y, despues de zambullirnos en el estanque, mientras los héroes nadaban mar adentro, yo nadaba en un mar de lágrimas por aquella visión celestial; entre dos tierras, maldito duende, la sirena varada, bendecida, oración, agosto... todas esas obras de arte que salían de la voz y la música de unos héroes que quedarán en mi memoria como el mejor grupo de rock español. Y, con la chispa adecuada, tuve que dejar escapar más lágrimas pues todo el recinto se llenó de puntos brillantes, cual luciernagas.
En definitiva, una noche para el recuerdo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La verdad es que yo nunca habia estado antes en un concierto como aquel.
Lástima el frio que pasé al final en aquellas gradas, pero valió la pena.

A.Alfaro