Y es que el joven delantero de Rusia no pudo contra el muro infranqueable de nuestra defensa. Jugo de libre, intentando entrar por cualquier sitio pero siempre se chocaba contra una pared, ya sea Capdevila, Sergio Ramos, Puyol o Marchena.
¿Y los nuestros? Al principio estuvimos estudiando al rival porque pensabamos que no era la Rusia de aquel 4 - 1 en el primer partido de la liguilla. Más tarde Villa se lesionaba al lanzar una falta y no podrá jugar la final (da igual, porque al igual que Gasol en el mundial de Baloncesto, hemos demostrado que podemos ganar sin Villa), y entonces, los Rusos se alegraron un poco porque pensaban que sin Villa no teniamos opciones, pero tampoco ocasionaron peligro alguno. Llegó el descanso.
En la segunda parte, sabíamos que teníamos que marcar rápido porque si pasaban los minutos los Rusos se íban a echar arriba, y entonces apareció Xavi para abrir la lata. Y fue en ese momento cuando desplegamos todo nuestro juego bonito, haciendo un partidazo de película y marcando dos goles más para humillar a Rusia.
Y ahora a por Alemania...
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