Apoteósico. No se puede describir el partido de cuartos de final entre España-Italia, que, al igual que en otros años, los italianos han hecho su juego cerrado. Un partido en el que el arbitro no nos ha acompañado(como siempre), un arbitro que se ha comido un par de penaltis a favor.
Los italianos, cuando el arbitro ha pitado el final de la prorroga, ya se creían vencedores, pero allí teníamos a San Iker, que nos ha dado el paso a las semifinales.
¿Y quién podía hacer todo esto? Luis Aragones. Luis, que con él llevamos 10 partidos consecutivos ganando; Luis, que con él hemos superado el número de victorias de Javier Clemente.
En el último partido España-Italia oficial lloré, lloré por la impotencia de ver a Luis Enrique con la nariz rota, lloré por ese penalty que se comió el arbitro, por esa impotencia que te ahoga, pero, en este he vuelto a llorar pero esta vez de alegría. Y ahora A POR RUSIA(PERO SIN ECHAR AUN LAS CAMPANAS AL VUELO)
No hay comentarios:
Publicar un comentario